Igualdad de Género: derecho humano primordial y piedra angular en la defensa de los derechos humanos

Igualdad de Género: derecho humano primordial y piedra angular en la defensa de los derechos  humanos

*Alejandra Carmona Castañeda
Subdirectora de Derechos Humanos

En el Poder Judicial del Estado de México se han capacitado en temas de derechos humanos y perspectiva de género a más de mil 700 personas en este año, que ven en el enfoque de género una herramienta indispensable para la cultura de derechos humanos aplicándola a su vida personal y profesional. 

Con personal íntegro y responsable, la calidad de personas que laboran en este Poder Judicial es indudable; muestra de ello, es el compromiso, celo y dedicación en su proceder al hacer de la defensa de los derechos fundamentales un continuo actuar, que se debe destacar de manera trascendental.

De esta manera, la lucha común que tenemos las personas comprometidas en la verdadera defensa de los derechos humanos inicia con la convicción de ser mejores personas, de erradicar cualquier desigualdad que entorpezca el pleno desarrollo personal y por ende, social que nos genere cualquier impedimento para proveer, consciente e inconscientemente la garantía de la libertad y nuestra dignidad humana así como de las personas que nos rodean, pues ello garantizará que la protección colectiva se vea beneficiada en la defensa de sus derechos humanos.

En nuestra gran familia judicial existen numerosas personas con este ideal que nos fortalece y distingue, porque sabedoras de este valor lo aplican con convicción a su quehacer cotidiano en lo personal y profesional al cuidarse, formarse, capacitarse y actualizarse en temas1 de derechos humanos. 

Reconociendo la igualdad en las diferencias tendremos el primer paso para garantizar el firme compromiso de enfrentar esquemas que atenten contra los derechos humanos, principalmente en la modalidad de violencia, imprimiendo en cada acto la perspectiva de género; pues es esta la que nos dota de herramientas fundamentales que constituyen una sociedad igualitaria en oportunidades y que le coloca freno a actos que ponen en riesgo dicha igualdad, refiriendo específicamente a la violencia de género, misma que es el primer eslabón para crear discordia entre las capacidades de hombres y mujeres en los ámbitos públicos y privados; que hacen una lucha histórica e inconcebible, envuelta de estigmas, prejuicios y estereotipos que no abonan a la construcción de una sociedad sana, por el contrario, hacen que el elemento principal que la sustenta, se rija por la discriminación y esta sea una constante en la violencia que sufren hombres y mujeres.

Ante ello, y reconociendo que la Igualdad de género es un derecho humano se tiene que partir de la correlación e interdependencia con otros derechos como la igualdad que gozan tanto hombres como mujeres y que no estén supeditados a su condición sexual para que puedan ser accesibles a ellos. 

La equidad entonces significa reconocer y tomar en cuenta las diferencias, respetarlas y evitar que se conviertan en actos de exclusión social que limiten los propósitos personales basados en dichas diferencias. Desde una visión feminista (promover y garantizar la igualdad entre mujeres y hombres), solidaria y transformadora de la realidad no podemos aceptar que las diferencias biológicas se conviertan en desigualdades sociales y culturales. Puesto que sus diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades tanto de los hombres como de las mujeres se deben considerar, valorar y promover de igual manera.

Por eso se habla de igualdad de oportunidades, es decir, que mujeres y hombres tengan las mismas condiciones en todas las situaciones y en todos los ámbitos de la sociedad, que sean libres para desarrollar sus capacidades personales y para tomar decisiones. Que vean y asimilen en la práctica de los derechos humanos un cambio sustancial, entre otras cosas, de las relaciones entre mujeres y hombres, pues traen consigo responsabilidades que todas las personas debemos asumir, ya que se harán efectivos en la medida en que cada quien los asuma, respete y contribuya a que se cumplan. Así pues, apropiarnos de nuestros derechos es entender que éstos forman parte de nuestra vida cotidiana, y la tarea es conocerlos, promoverlos, exigirlos y defenderlos.

Una escala de reflexión, nos debe llevar en este cierre de año, que a propósito de enunciar los meses de noviembre y diciembre, con conmemoraciones que sirven de referencia para el tema del reconocimiento de la igualdad de género como son el Día Internacional del Hombre (19 de noviembre) y el Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), mismos que nos recuerdan que la diferencia de sexos y/o características biológicas, no son razones tolerables para actos que atenten contra la dignidad, libertad e integridad de las personas. Mejorar las relaciones entre los géneros, crear un mundo más seguro y mejor, que se debe asumir el compromiso de erradicación de la violencia y la no discriminación, ponderando el respeto irrestricto de los derechos humanos, que honra la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre y que nos compromete a cerrar filas para gozar de una calidad de vida libre de violencia.

En el Poder Judicial asumimos el compromiso con los derechos humanos, con la convicción de ir en concordancia y congruencia de los ideales que como servidoras y servidores públicos caracterizan a esta familia judicial, puesto que el actuar cotidiano se ve reflejado con un desarrollo profesional con enfoque de género. Se  trabaja en lo personal  y por consecuencia en lo institucional en la sustentación de la equidad como principio generador de oportunidades para mujeres y hombres, poniendo énfasis en la situación particular que atraviesa la mujer en determinados contextos laborales, comunitarios y familiares; porque es cierto, nadie está ajeno a tener interacción con una mujer y mejor aún, esta interacción no se limita a la distinción sexo-genérica para actuar libre de discriminación, con trato digno, igualitario, tolerante y con total apego al respeto a los derechos humanos.

1 Los temas que se resaltan pertenecen a la oferta 2019 que la Unidad de Igualdad y Derechos Humanos del Poder Judicial del Estado de México, que abordaron temas de No Discriminación en los distintos sectores y Grupos en Situación de Vulnerabilidad, sensibilización y capacitación en materia de género, diversidad sexual, igualdad de trato de oportunidades, justicia social y transicional, violencia, tolerancia así como temas básicos y específicos en derechos humanos.

2 En septiembre de 2012, México a través la Comisión Nacional de Derechos Humanos decidió sumarse a la convocatoria de Ban Ki Moon, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien lanzó la Campaña Global “Únete para poner fin a la Violencia contra las Mujeres”, mediante su similar nacional “Únete por los Derechos Humanos para Eliminar la Violencia contra las Mujeres en México”, con la finalidad de motivar la sensibilización y concientización de la sociedad mexicana; intensificar los esfuerzos de prevención y erradicación de la violencia que se ejerce en contra de ellas en nuestro país; brindarles orientación, protección y defensa, y que de directrices, políticas públicas implementadas y plataformas como las que ofrece este Organismo Autónomo Defensor de Derechos Humanos, el personal de este Poder Judicial puedo capacitarse y contribuir al seguimiento a las  recomendaciones emitidas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

Yo por la Justicia

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