Niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes se integren a su nuevo contexto cultural sin violencia y de manera exitosa, gracias en gran medida a una técnica de la justicia restaurativa denominada “Círculos de Paz”, indicó Luciana Cataldi, mediadora internacional.
En su participación en el Cuarto Foro Nacional de Justicia Restaurativa en materias familiar, escolar y penal del Poder Judicial del Estado de México, la especialista explicó que este mecanismo busca desarrollar la confianza, generosidad y solidaridad como un proceso de paz entre menores que provienen de países africanos o asiáticos con alto nivel de desplazamiento de sus poblaciones.
De acuerdo Luciana Cataldi, este enfoque restaurativo tiene el propósito de combatir el rechazo y el racismo a partir de transmitirles las normas del país que ahora habitan, así como hacerlos conscientes de sus derechos y generar identidad con el entorno. El fin último de estos círculos que ya han sido implementados en España e Italia, es la inclusión desde una perspectiva transcultural que facilita la comunicación y la integración social, afirmó la mediadora.
La experta divulgadora de la paz comentó que en el mundo existen alrededor de 10 millones de niños refugiados, por lo que, para atenderlos se requiere el compromiso no sólo de los gobiernos y las organizaciones internacionales, sino también de la sociedad en su conjunto a fin de brindarles la oportunidad de ser productivos y vivir en condiciones que desarrollen su potencial.
