Voluntariado con causa que transforma vidas

Cuando hay voluntad, el corazón se convierte en puente hacia quienes más lo necesitan. Así actuó el Voluntariado del PJEdomex durante los primeros meses del 2025: con empatía, entrega y mucha energía. Desde recolecciones solidarias hasta actividades recreativas y formativas, sus iniciativas impactaron positivamente en comunidades vulnerables y en las familias judiciales.
Una de sus principales apuestas fue la colecta permanente de productos de primera necesidad, iniciada en febrero de este año. Desde juguetes, cobijas, víveres y pañales, hasta ropa en buen estado y artículos de higiene personal, estos insumos fueron reunidos en centros de acopio ubicados en Toluca, Tlalnepantla, Texcoco y Ecatepec. Gracias al entusiasmo del personal administrativo y jurisdiccional, esta campaña se convirtió en un símbolo de unión y generosidad.
La solidaridad también traspasó los muros del Poder Judicial y encontró eco en instituciones educativas. Escuelas como The Oak Tree School, Instituto Cultural Paideia y la Preparatoria de la Universidad Isidro Fabela se sumaron con entusiasmo. Los donativos —kits de higiene personal, víveres y 200 cobijas— fueron destinados a mujeres en situación vulnerable y familias mexiquenses que más lo necesitan.
El 15 de febrero, en el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil, el Voluntariado firmó un acuerdo de colaboración con AMANC Estado de México. Como parte de esta alianza, lanzó una campaña de recolección de taparroscas de plástico, con un contenedor viajero que comenzó su recorrido en los juzgados civiles, familiares y mercantiles de Toluca, y continuará visitando distintos edificios judiciales hasta julio de 2025.
Asimismo, se puso en marcha la ruta escolar de recolección de tapitas, con la participación de instituciones como la Universidad Isidro Fabela Campus de la Salud, el colegio INEDIB, Conalep plantel Santiago Tianguistenco y el Grupo Escolar Morelos en Ecatepec. A lo largo de marzo estudiantes, docentes y personal administrativo respondieron al llamado, mostrando que la solidaridad también se aprende y se enseña.

En el ámbito recreativo, el programa Turismo Familiar promovió la convivencia entre servidores judiciales y sus seres queridos. El 10 de febrero, las familias visitaron Valle de Bravo, donde recorrieron su centro histórico, la parroquia de San Francisco de Asís y la cascada Velo de Novia. El 9 de marzo, el destino fue Tequisquiapan, Querétaro, donde disfrutaron de la arquitectura colonial, la Parroquia de Santa María de la Asunción y el Museo del Queso y el Vino.
El 30 de marzo, el corazón solidario volvió a latir con fuerza durante el primer Bazar con causa, realizado en la Plaza José María González Arratia, en Toluca. Bajo el lema “Reutiliza, renueva y ayuda al planeta”, se recaudaron fondos, se promovió el consumo responsable y se ofrecieron prendas, calzado y accesorios a bajo costo para apoyar a familias vulnerables.
Además, se impartieron talleres que sumaron valor emocional y personal. Del 11 de marzo al 1 de abril, voluntarias participaron en el taller presencial Reconociendo mi valor, en la Escuela Judicial de Toluca. Por otro lado, cien niñas y niños, hijos de servidores judiciales, participaron vía remota en la actividad Mis emociones y yo, una serie de sesiones para gestionar sentimientos y fortalecer su autoestima.
Cada acción del Voluntariado PJEdomex dejó huella. No solo en quienes recibieron, sino también en quienes compartieron con generosidad. Porque cuando hay voluntad, ayudar se convierte en una forma de vida.