En cinco años de trabajo, colaboradores de las diferentes regiones de la entidad recorrieron, admiraron y disfrutaron de la riqueza cultural de nuestro país, a través de las salidas culturales que organizó el Voluntariado del Poder Judicial del Estado de México, en las que conocieron más sobre la historia de nuestro país y convivieron en familia.
Como parte del programa “Turismo Cultural”, el Voluntariado organizó 74 visitas a diversos puntos de la geografía nacional: Cholula, Puebla; el Acueducto del Padre Tembleque en Otumba; el Pueblo Mágico de Tepoztlán, Morelos; el bello pueblo de San Miguel de Allende en Guanajuato; el Santuario de Tonatico y parque acuático de Ixtapan de la Sal, Peña de Bernal en Querétaro, Actopan en Hidalgo, Taxco en Guerrero, la Zona Arqueológica de Cuicuilco y en la Ciudad de México, el festival del Mole de San Pedro Atocpan, entre otros.
En San Miguel de Allende, recorrieron la parroquia de San Miguel Arcángel, ícono representativo de la ciudad, cuya última remodelación la hizo Don Zeferino Gutiérrez, maestro cantero que construyó una fachada de estilo gótico de la Europa Medieval. Además visitaron el Museo Casa de Allende, edificio histórico que comenzó a construirse en 1760 y que fue el lugar donde nació y creció Don Ignacio Allende; recorrieron las capillas, las tiendas, el mercado de artesanías, el mirador y por supuesto, admiraron la plaza colonial, que con su imagen envuelve a todos los turistas.
Los Colaboradores judiciales disfrutaron de un sábado cultural en la majestuosa obra de ingeniería hidráulica colonial del Padre Tembleque: la imponente arquería que forma parte del acueducto que en algún momento dotó de agua a la actual ciudad de Otumba y a Zempoala. Guiados por los expositores, conocieron la manera en la que se logró construir el acueducto subterráneo y la arquería mayor, obra en la que se entrelazaron los conocimientos mesoamericanos y los de los españoles, cuenta de ello, son los glifos que se hallan pintados sobre los muros y que, de acuerdo con los estudiosos del tema, son marcas que indican el nombre de los pueblos que participaron en la edificación.
Mientras que en el pueblo mágico de Tepoztlán, Morelos, conocieron del origen del dios azteca que tenía forma de serpiente emplumada, Quetzalcóatl. Acompañados de guías, admiraron la fachada del antiguo monasterio dominico del Siglo XVI, reconocieron su arquitectura y su pasado histórico; así como visitaron el museo “Carlos Pellicer”, en donde se exhibe parte de lo que fue la vida en el mundo mesoamericano a través de 1200 piezas de arte prehispánico de las culturas olmeca, maya, zapoteca y totonaca.
En Cuicuilco, los participantes caminaron por la gran reserva ecológica que en algún momento les perteneció a los cuicuilcas pero que abandonaron por la erupción del volcán Xitle, de igual manera, admiraron el paisaje de la gran ciudad y, por supuesto, conocieron el legado que nos dejó esta gran cultura que se desarrolló durante el periodo preclásico (800 a. C. a 250 d. C.).