Luciano llegó a la vida de Mariana y Alfonso, quienes decidieron acrecentar su familia luego de 10 años de relación y dos hijas biológicas; al adoptar al pequeño de tres años, se convirtieron en padres de corazón gracias al Juzgado Especializado en trámites de Adopción y Restitución Internacional de Menores del Poder Judicial del Estado de México.
“Ser papás de corazón es un regalo de la vida, con Luciano me doy cuenta que se ama igual, como si hubiese sido un hijo biológico. (…) Luciano es nuestro regalo navideño, llegó a dar más amor y unión a nuestra familia”, comentó Mariana.