Para el Poder Judicial del Estado de México sus servidores públicos representan su capital más preciado. Después de su realización profesional y personal, muchos de ellos llegan a los 30 años de servicio, con la satisfacción del deber cumplido. Por ello, en esta ocasión “Calidad Humana” quiere platicar algunas historias de trabajo, compromiso, esfuerzo y vocación de servicio.

Sandra Herminia Torres Meléndez
Fecha de ingreso: 1 de julio de 1991
Oficial de Partes
Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México
Quería irme de notificadora, lo intenté, hice los exámenes y por una u otra razón no se me hizo, después me enamoré de lo que estaba haciendo y me sentí tan a gusto, que dije “por qué menosprecio lo que tanto me gusta”, atender gente es lo que hago y la verdad lo hago muy bien. Mi cargo es oficial de partes adscrita a la Oficialía de Partes común de Cuautitlán México, comisionada en Izcalli.
Nosotros somos la primera cara que ve el usuario cuando llega a presentar una demanda o un exhorto, somos la vía directa a los juzgados. Recibimos la demanda inicial y tenemos que saber la base, los elementos jurídicos necesarios, revisamos todo, capturamos y mandamos a juzgados.
En 2020, durante la pandemia hicimos guardias, atendimos demandas de violencia familiar y de pensiones alimenticias, que fueron los principales juicios, claro que llevábamos un protocolo para cuidarnos y siempre estuvimos al pie del cañón.
Para mí es un orgullo pertenecer y trabajar en el Poder Judicial, me ha enseñado muchísimo profesionalmente y en lo personal. Mi trabajo a veces es tranquilo y otras veces pesado, en promedio atiendo diariamente entre 60 u 80, entre demandas iniciales y exhortos.
A mí se me hacía imposible cumplir 30 años de servicio, pero pasó el tiempo y cuando me di cuenta dije “ya cumplí, llegué y me voy”, porque ya metí los documentos para jubilarme.

David Velázquez Vargas
Fecha de ingreso:
1 de julio de 1992
Juez de Primera Instancia desde 2003
Maestro en Derecho Civil
Hablar del Poder Judicial, implica hablar de una parte importante de mi vida, aquí conocí a mi esposa con quien he formado una familia, tenemos tres hijos y gracias a mi trabajo he tenido para el sustento de un hogar.
La institución es mi proyecto de vida, aquí he conocido a personas muy valiosas que me han brindado su amistad, con ellas me formé profesionalmente y he transitado estos 30 años de servicio, aunque algunas ya no están con nosotros.
He disfrutado cada uno de los cargos desempeñados, desde notificador, ejecutor, secretario, auxiliar proyectista, juez de cuantía menor, juez de primera instancia e interinato como magistrado.
Nunca pensé llegar a los 30 años de servicio, es toda una vida, y nunca pensé ser juez. Veía que era complejo trascender o incursionar.
Estoy convencido que nuestra institución es referente nacional, ha transitado a un cambio muy marcado, por ejemplo, la especialización en juzgados de violencia y en materia mercantil, la innovación de los juzgados corporativos y la calidad humana que estamos viviendo es muy reconocida. En lo personal me enorgullece decir que trabajo aquí.

Elaine Dolores Nava García
Fecha de ingreso:
16 de mayo de 1988
Jueza de Primera Instancia desde el 6 de mayo de 2003
Maestra en Ciencias Penales y Criminalística
Mi padre y mi abuelo fueron ejemplo de honestidad, ética, profesionalismo y de gran calidad humana. Esos patrones me motivaron para ingresar al PJEdomex. Hice carrera judicial en todas las categorías, excepto como notificadora. He crecido como profesionista y ser humano, para servir a las personas que solicitan el servicio.
Ha sido la única institución en la que he trabajado y me siento muy orgullosa, tengo la camiseta bien puesta, siempre ha sido un orgullo y una satisfacción pertenecer a la institución, donde me desempeño como jueza en materia Penal.
La sociedad pide que se le escuche y se haga justicia, pues nuestro país registra muchos conflictos. Es una satisfacción saber que brindamos un servicio y contribuimos con la población impartiendo justicia. Mi compromiso es estar siempre con la población y que sepa que cuenta con nosotros. Si Dios me presta salud y vida, continuaré brindando mis servicios en el Poder Judicial.

Ma. del Carmen Villavicencio Ramírez
Fecha de ingreso:
6 de septiembre de 1988
Directora de la Central de Ejecutores y Notificadores desde el 28 de septiembre de 2019
Maestra en Derecho Civil
Actualmente, como directora de la Central tengo un equipo de trabajo de notificadores y ejecutores, a quienes organizo para que realicen las diligencias y se ejecuten las determinaciones de los jueces mercantiles, a fin de que la sociedad cumpla con sus obligaciones.
Durante muchos años me desempeñé como ejecutora, son diligencias en las que incluso se arriesga la vida, a veces quisiéramos que fuera sencillo pero no, al enfrentarse en la calle, con las personas, es posible tener algún problema de violencia física o agresión verbal.
Realmente creo que existimos mujeres ejecutoras muy valiosas, que nos hemos puesto las pilas. Están a mi cargo 11 personas, somos 6 mujeres y 6 hombres.
Para mi es un honor que la institución me haya dado la oportunidad de permanecer tanto tiempo. Me he capacitado, esforzado día a día para llevar a cabo todo con respeto, cooperación, equidad y responsabilidad. Estoy muy contenta de formar parte de este equipo y con mucho orgullo puedo decir que soy muy feliz de formar parte del Poder Judicial.

María Alejandra Alarcón Fabila
Fecha de ingreso:
uno de marzo de 1990
Directora del Fondo Auxiliar desde el 1 de noviembre de 2011
Maestra en Administración de Negocios
Entré al Poder Judicial cuando me hicieron una invitación, yo me desarrollaba en la iniciativa privada, me explicaron que había una oficina que se llamaba Contabilidad y se manejaban fianzas y garantías que vienen de los juzgados, dije qué interesante y fue lo que me motivó para entrar.
El Poder Judicial es una institución maravillosa, que te acoge, te trata como parte de tu familia, te da muchos beneficios, como seguir estudiando y progresando. En la institución he crecido, desde un puesto operativo hasta llegar a una Dirección.
Me siento orgullosa de pertenecer a esta institución, tengo la camiseta totalmente puesta, me fascina el trato con las personas y mi trabajo que contribuye, por ejemplo, para que se cumplan las pensiones alimenticias, pues una vez que el juzgado resuelve, nosotros las podemos dar a tiempo a las personas, a fin de atender las necesidades más urgentes de las niñas y niños, como son los alimentos.
Amo a mi institución que me ha abierto las puertas, en los momentos más difíciles de mi vida, la institución me ha apoyado y ha estado cerca de mi también.