Peritos: en continuo aprendizaje de la naturaleza humana

Peritos: en continuo aprendizaje  de la naturaleza humana

Sally Cid del Prado Rendón, ingresó al Poder Judicial mexiquense en julio de 2010, como perito adscrita a Texcoco, en el Distrito Judicial de Chalco.

Es gresada de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, con diplomados en Atención Social a la Familia y Especialización en Mediación y Conciliación, impartida por la Escuela Judicial del Estado de México. Además, pasante de la Maestría en Estudios para la Paz y el Desarrollo por la UAEMéx. 

Sally considera que una de las experiencias más difíciles que ha vivido en el desarrollo de sus funciones, es la atención de un asunto del orden familiar: “pérdida de guardia y custodia de menores” en la cual, al llevar a cabo la visita domiciliaria en una localidad de Puebla para realizar la valoración socioeconómica de los abuelos paternos de un menor, un grupo de aproximadamente 100 personas se reunieron para intentar linchar y quemar a un abogado, a la abuela materna y a ella, quienes habían asistido a dicha diligencia, ya que les hicieron creer que iban a llevarse al niño. Refiere que en esa época, se habían intentado robar a algunos niños en la zona. 

Durante varias horas, hubo un proceso de diálogo y mediación entre las personas que iban y los habitantes del lugar, a fin de que los dejaran ir. Se realizó la entrevista y valoración socioeconómica a los abuelos paternos y al progenitor del menor, como un mecanismo para que las personas comprendieran que el motivo de su presencia era una diligencia judicial del orden familiar. Al terminar, lograron salir con ayuda y acompañamiento de la policía municipal, estatal y federal. 

“Lo más satisfactorio es saber que nuestra intervención profesional tiene una función sustancial que contribuye en la toma de decisiones judiciales. Nosotros los peritos somos los ojos y oídos del juez, es una posición con mucha responsabilidad” afirma la especialista.

La perito apunta que actualmente, el entorno virtual abre nuevas posibilidades para atender con prontitud, diligencia y profesionalismo. Expresa que se deben usar las tecnologías para facilitar trámites administrativos, reducir traslados y que se pueda acceder a la información en cualquier momento y lugar, manteniendo los principios éticos de excelencia, objetividad, imparcialidad, prontitud, independencia y profesionalismo. 

Para ella, todos los casos son relevantes e igualmente importantes, pues gracias a ellos ha recibido un aprendizaje continuo sobre la naturaleza humana, que la ha hecho crecer profesionalmente. Los diferentes asuntos la sorprenden y la invitan a cuestionarse cada día, sobre la responsabilidad que implica el ser perito oficial.

Yo por la Justicia

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