El Poder Judicial del Estado de México inició la capacitación de 24 mujeres para el cargo de Magistrada en Materias Civil y Penal, quienes resultaron seleccionadas de la primera etapa en agosto pasado. De esta manera, el tribunal mexiquense refrenda su compromiso en favor de la paridad de género.
El curso que se realiza en modalidad mixta, tanto presencial como a distancia, comenzó el lunes 20 de septiembre. Del total de participantes, 15 se preparan en materia penal y 9 en civil, para ocupar las cuatro vacantes que estarán disponibles el primer trimestre de 2022.
La consejera de la Judicatura, Edna Edith Escalante Ramírez, dio la bienvenida a las aspirantes y las exhortó a concentrarse en el curso, con la visión inicial de aprendizaje y la meta de contar con las herramientas que les permitan servir mejor a las y los mexiquenses.
Por su parte, el jurista Jorge Jannu Lizárraga Delgado, manifestó su satisfacción de formar parte de la plantilla docente, en un curso de formación enfocado a mujeres, que cumple con la Ley General para la Igualdad entre mujeres y hombres.
Este curso consta de 98 horas dividas en cinco módulos de tronco común con temas como Derecho Constitucional, Derechos Humanos, Sistema Anticorrupción y Ética Judicial, Lógica Jurídica y Argumentación Jurídica y Razonamiento Judicial.
Así como cinco módulos de especialización en materia civil, entre ellos, Clínica de Metodología de Casos Prácticos, Clínica de Casos sobre Bienes, Obligaciones y Contratos, Clínica de Casos de Personas, Familia, Sucesiones y sus Procedimientos, entre otros.
Para la especialización en materia penal se considera el mismo número de módulos, entre los que se encuentran: La Dogmática Jurídico Penal y el Proceso Penal, La Valoración de la Prueba en la Segunda Instancia, Sistema Integral de Justicia para Adolescentes, Substracción de Recurso y Medios de Impugnación ante el Tribunal de Alzada y El Amparo en Materia Penal.
Cabe señalar que la lista de aspirantes aceptadas al curso fue emitida por el Consejo de la Judicatura, que tomó como criterio de base los promedios más altos de evaluación previa, así como las observaciones y consideraciones fundadas y motivadas respecto a la evaluación de idoneidad.
Además, el proceso de selección consistió en la aplicación de pruebas psicológicas y psicométricas, cuya finalidad fue evaluar las aptitudes y actitudes de las aspirantes, respecto a los requerimientos del cargo de magistrada. Así como una entrevista en la que se valoró su formación jurídica, ética y humana.