Para el juez Israel Parra Villa –oriundo del estado de Guerrero- el Derecho y la música son sus dos grandes pasiones en la vida; en su casa siempre había música y creció con familiares que tocaban la guitarra, particularmente las famosas chilenas que llegaron a esa entidad en 1822, para fusionarse con la música tradicional y formar la cultura de Guerreo.
Recuerda que uno de sus tíos, Sergio, era quien interpretaba sones guerrerenses, por lo que él siguió sus pasos y más tarde, con apenas 15 años de edad, con compañeros de Bachilleres formó el trío “Oro y Plata” que ambientaba algunos eventos, incluso del gobernador de aquel entonces.
Sin embargo, tuvo que emigrar a la Ciudad de México para poder estudiar Derecho, pero nunca abandonó la música, ya que para el juez ambas materias van de la mano, así que cuando tiene tiempo aprovecha para escuchar música y relajarse; entre sus cantautores favoritos se encuentran Raúl Ornelas y Fernando Delgadillo.
El juzgador que se desempeña en la materia de Usucapión, está convencido de que las artes desarrollan el humanismo, gente que no logra desarrollarlo es proclive a dañar a los demás, por lo que si se cambian los juguetes o video juegos violentos por un instrumento musical como guitarra, flauta o armónica, tendremos una generación de niños que cuando sean adultos difícilmente van a perjudicar a los demás o al planeta, es la propuesta del juez Israel Parra Villa.
Indicó que haciendo un análisis de las personas privadas de su libertad que existen en los centros penitenciarios, de un 100 por ciento solo 10 por ciento toca un instrumento, compone o canta, el resto no tiene el gusto por la música, por lo tanto, no ha tenido la oportunidad de desarrollar ese humanismo.
Concluye que el Derecho es su otra gran pasión, ya que el Derecho es arte, ciencia, técnica y filosofía.