Leopoldo Flores y Cátedra de la Justicia

Leopoldo  Flores  y Cátedra de  la Justicia

El mural “La Cátedra de la Justicia” que abraza el Aula Magna “Gustavo A. Barrera Graf” de la Escuela Judicial del Estado de México y que es obra del pintor mexiquense Leopoldo Flores fue inaugurado en 2004; en él destacan los grises, blancos, amarillos y rojos, escenario en el que interactúan la justicia sin la venda, el hombre libre, el hombre atado, el hombre en busca de la justicia y la espada.

Marco Antonio Morales Gómez, consejero de la Judicatura y entrañable amigo del pintor, recuerda que todo inició cuando era director de la Escuela Judicial, espacio que estaba en plena remodelación, pues se habían adquirido las casitas que dan a la calle de Independencia.

El consejero relata que se tenían tres muros y como era muy amigo del artista le dijo: “oye haznos un mural, no has trabajado sobre la justicia, sobre la figura de la justicia con la balanza”. Inicialmente se pensaba solo en una pared para el proyecto que terminó incluyendo todo el exterior del Aula Magna.

“Yo le comenté a Polo: nada más que nosotros no tenemos para pagarte”; a lo que el pintor respondió: “si ya lo empezamos a hacer pues ya ni modo que me eche para atrás sino me pagas” y así, entre pláticas y café se concretó la obra.

Lo que dice el mural va acorde con la personalidad del pintor, más allá de los convencionalismos, continúa Morales Gómez: la idea que Leopoldo Flores plasmó es que la justicia no debe ser ciega, que la justicia no puede tener la balanza permanentemente en el mismo nivel de ambos lados.

Si bien es cierto que es el balance entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, eso no está siempre al parejo, es lo que el pintor deseaba mostrar; enseñar que la justicia no es así.

“Sabes le voy a quitar la venda, la espada, le voy a quitar todo a la justicia, la voy a sentar aquí en la Escuela Judicial, le voy a abrir un libro, y le voy a traer a todos para que les enseñe lo que es la justicia, por eso se llama Cátedra de la Justicia, porque dicen que debe ser eso, debe ser un conocimiento total y absoluto, no ciega”, esas eran las charlas previas al mural.

En esta obra, Leopoldo Flores representa a la justicia en 3 fases, en el muro principal plasma a la justicia en victoriosa expresión y es seguida de otros personajes que comparten su vuelo, los que no son capaces de continuar caen derrotados y solo siguen los que denotan seguridad, fortaleza y pulcritud de espíritu, en la entrada principal del Aula Magna el muralista muestra al hombre presa de sus pasiones, sobresale el muro en el que la justicia se despoja de sus ataduras y de la venda de sus ojos para sentarse a debatir con los servidores públicos jurisdiccionales, con los abogados, con los estudiosos de las ciencias jurídicas. Este segmento del mural le da nombre a toda la obra.

El pasado 13 de junio, el Museo de Bellas Artes rindió un homenaje a Leopoldo Flores, en el marco de su tercer aniversario luctuoso, actividad a la cual fue invitado el consejero de la Judicatura, quien de forma amena narró algunas anécdotas que vivió con el pintor considerado el Hombre Universal. 

Yo por la Justicia

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