La sociedad actual presenta demandas cada vez más exigentes sobre el desempeño de sus autoridades, el ámbito de la Justicia no es ajeno, dentro de los Diálogos de Justicia Cotidiana se visualiza “Un México donde haya justicia, además de pronta, expedita e imparcial, algo muy importante: que haya justicia eficaz; donde la justicia sea una realidad cotidiana y donde la justicia jale parejo para todos”.
Estamos en tiempos de racionalidad y austeridad presupuestal, lo cual, origina también que los consejos de la judicatura determinen estrategias que permitan además de atender las expectativas de la sociedad, la optimización de recursos.
El Plan de Desarrollo Estratégico del Poder Judicial 2015 – 2020 señala a la innovación, a la tecnología y al desarrollo humano como ejes que permitan la adaptación a los cambios constantes y transitar a nuevos esquemas procesales.
En nuestra institución, se ha establecido como estrategia la implementación de la Gestión Judicial, término empleado durante la última década que refiere una herramienta de apoyo a la función jurisdiccional como parte del proceso de modernización.
Dicha herramienta, permite modificar prácticas por costumbre, llevar una mejor administración de los recursos e impulsar el uso de las tecnologías de información que coadyuven a dar agilidad a los procesos de atención y a la transparencia de los mismos.
El modelo tiene un enfoque sistémico, dirigido al cambio organizacional que incida en los valores, compromisos y actitudes de los colaboradores, así como en la capacitación y formación continua.
Con ello, se busca la transformación estructural en la operación de los órganos jurisdiccionales centrada en la calidad y en los procesos aplicados al trabajo diario.
En nuestra Institución, se dieron los primeros pasos con la implementación de un nuevo esquema de organización en los juzgados especializados en materia de Usucapión Social, en el cual, entre otras acciones, se dividió la función jurisdiccional de la administrativa, se integraron hasta seis jueces por juzgado y se establecieron parámetros de desempeño; logrando con ello resolver asuntos el mismo día que se presentaron.
Un siguiente paso, se dirigió a los juzgados especializados en materia Mercantil, en donde operan bajo un enfoque de procesos, logrando mayor rendimiento en su función, siendo reconocido por el estudio Doing Business 2016, en donde el indicador de cumplimiento de contratos, el Estado de México a través del Poder Judicial se posiciona en el número 1; además se logró la Certificación ISO 9001:2008 del Juzgado Quinto Mercantil de Tlalnepantla con residencia en Naucalpan.
Asimismo, desde hace más de 10 años nuestra institución tiene establecido un Sistema de Gestión de la Calidad bajo la Norma ISO 9001, con un alcance a la fecha de ocho procesos tanto sustantivos como adjetivos, siendo un objetivo de la presente anualidad, el transitar a la Norma ISO 9001:2015 y, ampliar los procesos clave de la institución.
Reconocido este nuevo esquema de operación, el Consejo de la Judicatura determinó permear su aplicación a las materias Penal, Civil y Familiar. En los Juzgados de Control y Enjuiciamiento de Toluca ubicados en Almoloya de Juárez, en diciembre 2017 dió inicio una nueva forma de actuación centrada en la atención a público, el juzgado electrónico, y mejor organización; avanzando ya en su implementación en los 18 juzgados y tribunales del Sistema Acusatorio Penal. Durante el 2019, se encuentra en diseño e implementación en las materias Familiar, Civil y Mercantil.
Es importante mencionar que se aprovechan las experiencias exitosas a nivel internacional y nacional, sin embargo, el modelo de Gestión Judicial del Poder Judicial del Estado de México, es producto de la práctica y participación de los más de 5,000 colaboradores judiciales.
La Gestión Judicial requiere del compromiso, la cooperación y la labor de quienes trabajamos en la impartición y administración de justicia y, sólo a partir de ello, será posible mejorar en el desarrollo de la Misión institucional. El Poder Judicial ha implementado políticas de innovación relativas a la reorganización interna de los órganos jurisdiccionales, en el uso de las tecnologías de la información como los servicios electrónicos y la telepresencia, apoyados en una óptima administración de recursos humanos y materiales a disposición, a fin de alcanzar la más alta calidad institucional en el desarrollo de sus funciones, y que éstas sean desarrolladas con idoneidad, transparencia y celeridad, que contribuya positivamente en la credibilidad de la sociedad en sus instituciones.