*Al 29 de junio de 2021, se otorgó olvido legal a 630 Personas Privadas de la Libertad, responsables de delitos menores
“Cuando me leyeron que me daban mi inmediata libertad, sin antecedentes. Me quedé como atónito. Ni reía, ni nada. Me decían ‘tu estás perdonado’. Es verdad, y hoy te vas”, así se expresó Julio, un joven de 27 años quien en 2015 robó 340 pesos a una tienda de abarrotes.
Fue en un pueblo, donde junto con su “amigo” vio una tienda y se le hizo fácil entrar, ambos se dieron cuenta que ‘como dicen, estaba puesto’, amagaron a su víctima y sí, fue fácil robarla. Pero en la huida ‘una patrulla los agarró’. Julio fue detenido y posteriormente sentenciado a 8 años 6 meses de prisión.
Después del incidente, relata él mismo, su familia se vino abajo, perdieron toda esperanza y al publicarse los lineamientos del Poder Judicial del Estado de México, para acceder a la Amnistía, sus padres y hermanos ‘vieron la luz al final del túnel’.
Esta es una de las 630 historias de perdón que se registraron del 26 de marzo al 29 de junio de 2021, mediante la Ley de Amnistía propuesta por la LX Legislatura de la entidad, y aplicada por el Tribunal Superior de Justicia, en coordinación con la fiscalía estatal, y las secretarías de Seguridad y de Justicia, del Gobierno del Estado de México.
Esta Ley, favorece a aquellas personas que sin antecedentes penales cometieron algún delito, se encuentran sujetos a una investigación, no haya iniciado su juicio; o bien, que ya cuentan con un veredicto del juez y previo al otorgamiento de la amnistía, cumplan a cabalidad con el pago de la reparación del daño, de algún delito como sedición, aborto, delitos contra la salud en el ámbito estatal, abigeato, lesiones, robo simple y sin lesiones, resistencia, delitos contra el ambiente y a mujeres acusadas o sentenciadas por exceso de legítima defensa en la protección de su vida o la de sus descendientes.
El Magistrado Ricardo Sodi Cuellar, Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México explicó que la Ley de Amnistía concede una segunda oportunidad a quienes no causaron lesiones y reparon el daño; y al mismo tiempo despresuriza a los centros de detención de delitos, pues, según explicó, la política criminal del Edomex se había basado en incrementar las penas, lo que aumenta la violencia y no disminuye la incidencia delictiva.
Señaló que esta Ley da una oportunidad a quienes cometieron por única vez una conducta inadecuada, que por circunstancias económicas, sociales o del entorno cultural delinquieron, pero que pueden ser rescatables del ambiente penitenciario. Siempre, velando por las víctimas.
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