Forma parte del Poder Judicial del Estado de México desde que tenía 20 años de edad, cuando ingresó a la institución como meritoria y ocupó diversas categorías, entre ellas notificadora, secretaria de primera instancia, proyectista y jueza.
La magistrada recuerda que siempre ha estado en contacto con el Derecho, pues en su familia hay abogados que le inculcaron el interés por la impartición de justicia, pero más allá de eso, hubo otros factores que la llevaron a decidirse por esta profesión, como solucionar los conflictos y ver injusticias, por ejemplo, cuando una persona no cuenta con una adecuada defensa.
Estudió Derecho en la Universidad Emilio Cárdenas de Tlalnepantla, más tarde una maestría en Derecho Procesal Pena y un doctorado en Derecho en la Universidad Panamericana.
Su carrera profesional –dice- no ha sido sencilla; sin embargo, formar parte del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México le ha brindado la oportunidad de estudiar y trabajar, muy duro, sobre todo en 2016 cuando presentó su examen de oposición para ocupar una magistratura, el cual fue convocado en diciembre de 2015 y al que inicialmente se registraron 103 aspirantes. Un proceso que incluyó exámenes teóricos, prácticos y uno oral de manera pública.
Actualmente se desempeña como magistrada en la Sala Familiar de Texcoco. Asegura que una de sus mayores satisfacciones es haber fundado una familia, conservarla; ver a sus hijos crecer y cuidarlos a la par de su carrera como impartidora de justicia.