Ella y ellos están conscientes de la alta responsabilidad de su trabajo, pues de su preparación, habilidad y destreza depende una o varias vidas. Son parte del equipo de conductores y asistentes del Poder Judicial del Estado de México.
María de los Ángeles Salazar Fabela
Cuando recibió la invitación para laborar en el Poder Judicial del Estado de México no tuvo ningún inconveniente, ya que desde hace 15 años presta sus servicios como conductora para particulares. Emocionada dice que este trabajo le gusta mucho, porque se trata de servir a los demás.
Actualmente desempeña una doble función: conducir un vehículo y ser asistente de una Magistrada. Para María de los Ángeles es un halago y está convencida que cualquier oficio lo puede realizar una mujer. Atrás quedó la idea de que hay trabajos que son solo para los hombres.
Inicialmente los conductores del Tribunal le comentaron “esto es para puros varones” ya convencidos, la felicitaron “qué bueno que se animó, qué bueno que va a saber de la responsabilidad de llevar a otra persona y poder desempeñar el mismo puesto”. A la fecha tiene muy buena relación con todos y se unió al grupo.
Cada lunes, a primera hora checa las condiciones de su vehículo y la gasolina, pues debe tener la certeza de que nada falle al momento de los recorridos.
Consciente de la importancia de estar en buenas condiciones físicas, se ejercita, realiza caminata y bicicleta los fines de semana.
Para María de los Ángeles, quien disfruta mucho de la lectura, pertenecer al Poder Judicial es lo máximo, pues se ha convertido en su segunda casa. Agrega que este es un trabajo en equipo y la institución funciona gracias a la labor de todos y cada uno de sus integrantes.
Tres palabras que la definen:
Servicio (a los demás)
Temple (en el carácter)
Esfuerzo (siempre ir más allá)
Ángel Cruz Castro
Ingresó al Poder Judicial del Estado de México en 2010, por azahares de la vida, recuerda que le pidieron recomendar a alguien como conductor y él dijo ¿y por qué yo no?” y así, inició todo.
En el curso de la Universidad Mexiquense de Seguridad, aprendió cómo reaccionar en caso de peligro, cómo manejar y proteger a su pasajero.
En estos 12 años de servicio ha aprendido mucho, ya que en un tiempo se desempeñó en oficina, donde elaboraba oficios a máquina y conoció del servicio al público.
De la vida valora las oportunidades que se le han presentado, pues jamás pensó que iba a ser asistente de una persona tan importante.
Desde joven le ha gustado manejar, pues le ha permitido conocer muchos lugares. Lo hace con cuidado, rapidez y atención, sobre todo cuando la persona a la que asiste necesita llegar puntual a su destino.
El tiempo libre le gusta pasarlo con su mamá de 79 años que sigue trabajando como comerciante. Además estar con sus hijos y nietos.
Tres palabras que lo definen:
Puntualidad
Discreción
Disposición
Martín Raymundo Estrada
Por una invitación que le hizo un magistrado, ingresó al Poder Judicial del Estado de México en 2010. Él ya era chofer de servicio público. Le gusta mucho su trabajo. Valora y agradece a Dios el lugar en el que se encuentra en este momento.
Todos los días son diferentes para Raymundo, pues la jornada inicia a las 5:00 de la mañana, se levanta con energía y el mejor ánimo, checa el vehículo, los tiempos de traslado y hasta las condiciones del clima.
Su labor es transportar a un Magistrado de Toluca a Texcoco, por lo que debe ir siempre atento, al pendiente de todo, del clima, los peatones y los demás conductores, pues es una tarea de alta responsabilidad.
Del Curso que recibieron en la Universidad Mexiquense de Seguridad, lo que le gustó fueron la prácticas de conducción, protección al funcionario y la actualización en los reglamentos de tránsito de la ciudad de México y el estado de México.
En sus tiempos libres le gusta hacer ejercicio, juega fútbol, participa en los torneos de tocho y basquetbol que organiza el Poder Judicial. Así como estar con su familia, hijos y nietos.
Tres palabras que lo definen:
Respeto
Responsabilidad
Lealtad
Alfredo Arana Gutiérrez
Es de la Marquesa, municipio de Ocoyoacac y antes era conductor de equipo pesado, con ocho años de experiencia, grúas y montacargas eran lo suyo.
Un día lo recomendaron, le comentaron que el Magistrado, Ricardo Sodi Cuellar buscaba un conductor y se entrevistó con él. El tiempo ha transcurrido y ya tiene cuatro años trabajando con el Presidente.
Considera que la labor que desempeña implica una gran responsabilidad, exige un alto compromiso pues el Presidente es una persona muy dinámica, por lo que Alfredo debe estar siempre atento, al pie del cañón y conducir con precaución. Al final del día termina cansado, pero satisfecho por el deber cumplido.
Tomó el curso para conductores en la Universidad Mexiquense de Seguridad, donde aprendió la conducción responsable y los reglamentos de tránsito; lo que más le gustó fue conocer sobre maniobras defensivas y evasivas.
Trabajar en el PJEdomex significa mucho para él, pues está con una persona de gran calidad humana y siempre al pendiente de su equipo. Además, gracias a la institución puede llevar un sustento a su hogar, está muy contento y agradecido por todo lo que le da la institución.
Los días de descanso disfruta con su familia, su esposa y tres hijos (dos mujeres y un hombre) ya que son lo más importante para él. Además hace senderismo y practica ciclismo de montaña.
Tres palabras que lo definen:
Responsabilidad
Compromiso
Honradez
