Durante el Congreso Internacional de Justicia Terapéutica, realizado en la Escuela Judicial del Estado de México, el especialista resaltó que el país ha destacado por la visión para transformar lo que era un proyecto piloto en Justicia Terapéutica a una estrategia de alcance nacional, a través de los TTA; el modelo que ya se ha implementado en seis entidades del país: México, Chiapas, Nuevo León, Morelos, Chihuahua y Durango.
La expansión -dijo el experto- forma parte de las cuatro fases de crecimiento del programa que ha demostrado su eficacia e importancia en países como Estados Unidos, donde la Justicia Terapéutica se ha convertido en una prioridad; nación que de acuerdo con un estudio en 29 tribunales con dos mil participantes, reveló una reducción tangible de conducta delictiva, también de la conducta delictiva relacionada con drogas y de conflictos familiares.
Además, un porcentaje importante de participantes, 18 meses después del tratamiento tenían un empleo y ganaban más que quienes se encontraban en el grupo de control.
En este sentido, Zinsmeister destacó la importancia de sensibilizar a los actores políticos, hablarles de la necesidad de invertir mayores recursos para aplicarlos al programa que ha permitido que más gente no sea reincidente; hacer lo mismo con la sociedad civil, para mostrarles que en la justicia terapéutica no se criminaliza el consumo de drogas, la participación es voluntaria y no es un castigo.