María Hilda Díaz Galindo

Técnico Judicial adscrita al Juzgado Sexto Mercantil del Distrito Judicial de Tlalnepantla, con residencia en Naucalpan
«El respeto a los derechos humanos y la ética profesional no son anexos, sino el núcleo del servicio judicial.«
María Hilda Díaz Galindo representa con fuerza y convicción los valores que cimientan al Poder Judicial del Estado de México. Su trayectoria comenzó el primero de septiembre de 2009, cuando se integró como Archivista Judicial en el Juzgado Primero Familiar de Tlalnepantla, dando inicio a una vocación sostenida por el compromiso y la ética profesional.
Desde entonces, ha ejercido una amplia gama de funciones que abarcan la atención al público, la elaboración de documentos y notificaciones, la gestión de expedientes, apoyo en audiencias y múltiples labores administrativas. Más allá de sus tareas técnicas, Díaz Galindo ha asumido su rol como servidora pública con una profunda conciencia del impacto social que conlleva cada acción dentro del sistema judicial.
Ha trabajado hombro a hombro con profesionales de destacadas capacidades, y ese intercambio cotidiano de saberes ha sido motor para su constante profesionalización. Reconoce que la actualización continua es parte esencial de la labor judicial, y que el aprendizaje colectivo fortalece el servicio público.
Para ella, valores como la equidad, imparcialidad, independencia, credibilidad y valentía no solo orientan su desempeño, sino que definen el estándar ético que sostiene a la institución.
A las nuevas generaciones que se integran al Poder Judicial del Estado de México, Díaz Galindo les dirige un mensaje lleno de convicción: su labor será clave para garantizar el respeto al Estado de Derecho. Los llama a ejercer con vocación de servicio, integridad y compromiso con la imparcialidad. Les recuerda que cada decisión tomada impacta directamente la vida de las personas, y que por ello la preparación continua, el análisis profundo y la prudencia no son opcionales, sino herramientas esenciales.
Su camino ha estado lleno de desafíos, pero también de satisfacciones genuinas. Con cada acción justa, los nuevos servidores públicos contribuirán a fortalecer el sistema judicial y a generar mayor confianza entre la ciudadanía.