Una historia que contar…

Una historia que contar…

°Ana María González Lechuga

1743. Testimonio de la sentencia de muerte de Lázaro de los Santos y diligencias de su ejecución, cuya causa original quedó en el oficio de gobierno del estado.

El 6 de junio de 1743 en la Ciudad de San José de Toluca del Estado y Marquesado del Valle, se cumplió la sentencia de muerte y vergüenza pública, instruida por el Corregidor de esa ciudad, contra Lázaro y Manuel Antonio de los Santos castizos, por el robo de objetos de la Iglesia de Cacalomacán, consistente en una lámpara de plata, corona y “palma” de la virgen, dos pares de manteles y cera.

Manuel de los Santos aseguró que sólo le ayudó a Lázaro a sostener las cosas y que no se había llevado objeto alguno, por este motivo y por ser menor de edad la sentencia contra él fue reducida.

Sentencia

A Lázaro se le puso hábito blanco, “caballero en bestia de albarda*, con soga de esparto al cuello en forma de justicia” y traído por las calles públicas de esta ciudad o villa, con voz de pregonero delante que publique su delito hasta llegar a la plaza pública donde estará hecha una horca, de la cual sea ahorcado hasta que naturalmente muera, le quitaron la mano diestra y la colocaron en una “escarpia”** frente a la Iglesia donde cometió el delito. 

A Manuel lo sacaron detrás de su hermano, “en bestia de albarda y con voz de pregonero manifestando su delito, al llegar a la plaza fue restituido a prisión y le dieron cincuenta azotes, además de mandarlo a poner en un obraje, trapiche, ingenio o hacienda de labor por seis años.

La pena de muerte o pérdida de un miembro se consideró desde las Partidas como una de las mayores penas que los juzgadores daban a los que cometían algún delito. Esta forma de castigo podía ejecutarse por medio de la horca o del garrote.

*Jefa de Departamento de Archivo Histórico

*Bestia de albarda. f. asno. un. Como fórmula en las sentencias de causas criminales cuando se condenaba al reo a un castigo afrentoso.

**Escarpia: clavo con cabeza acodillada, que sirve para sujetar bien lo que se cuelga.

Yo por la Justicia

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